En Venezuela se ha conformado un
nuevo paradigma de Política Social constituidas mediante las Misiones de la
República Bolivariana de Venezuela iniciadas en el mes de Julio de 2003, con enfoque
alternativos de derechos y de carácter universal y masivo, en correspondencia
con el Estado Social y Democrático de Derecho y Justicia establecido en la
Constitución, destinadas a superar la rigidez y burocracia de las instituciones
públicas. Logrando desencadenar un proceso político muy interesante y de
extraordinario apoyo popular, con la incorporación de una gran parte de la
población, si bien como beneficiarios o funcionario. Las Misiones de la República
Bolivariana de Venezuela se inician una vez logrado el control de la industria
petrolera, principal fuente de ingreso del país (año 2003). La idea fue
destinar al gasto social, una proporción importante de los ingresos obtenidos
por concepto de la renta petrolera y por ello la decisión de hacerlo con el
objeto de redistribuir parte del ingreso petrolero, y de esta manera masificar
la política social mediante la ejecución de estos programas sociales. El sentido innovador de estos
programas, su sorprendente efecto político, y la posibilidad de lograr cambios
significativos en la estructura del Estado y en la calidad de vida de las
comunidades organizadas, generó interés por establecer enfoques, conceptos
teóricos y metodológicos que permitieron sistematizar estas experiencias de tal
forma que constituyen un aporte a la solución de uno de los mayores problemas
de las sociedades latinoamericanas: la pobreza y exclusión de las grandes
mayorías. En estas condiciones el rol de la comunidad es de gran importancia,
debido a que en ocasiones sustituye como apoyo emocional a las familias y a la
escuela y pasa a constituirse en un referente en la formación de la identidad a
la cual le otorga un sentido de pertenencia y marcos estructurales en
formaciones de coincidencia que no las poseen. El contenido puede ser extraño,
pero cumple la función supletoria que requiere. De acuerdo a los objetivos planteados como los logros de las misiones son muy amplios y
complejos, puesto que tocan aspectos individuales y colectivos, así como
diferentes derechos humanos y sociales. En la dimensión personal, estos
programas pueden producir cambios inmediatos o a mediano plazo de mayor o menor
significación en la satisfacción de las necesidades básicas fundamentales
contempladas tradicionalmente en los sistemas de medición de la calidad de
vida, logrando por sus características producir cambios en otras necesidades
humanas, los que afectan profundamente a la persona y por tanto su vida social.
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