sábado, 26 de octubre de 2013

“Vida y Muerte de un Guerrillero” por Lisbet Gamez

El Che nos dejó una concepción de la Revolución socialista y de liberación, y de la transición del capitalismo al comunismo en las condiciones de la segunda mitad del siglo XX; pero con una visión futurista orientada a dar paso a la vida de un hombre que sería el resultado de todos los cambios que en el seno de los procesos anteriormente señalados se gestaran. Con la capacidad de combinar la interpretación marxista-leninista -la cual utilizó de fundamento mas no se aferró a ella ciegamente con la ética revolucionaria, la investigación con la conducta, los juicios con los valores y el criterio teórico con la conducción y educación de las masas, Guevara se abre ante el devenir de la realidad y da paso a una nueva visión para la concepción del mundo. Queda bien entendido, y luego de haber hecho una breve revisión del pensamiento guevarista, que el comunismo, antes que un sistema de reparto social más igualitario; implica en lo esencial un nuevo tipo de sociedad y de hombre. Pero, para poder llegar a esto, se destacan dos puntos fundamentales a saber, el movimiento práctico, mediante una, unido por otra parte al desarrollo de la conciencia; que sólo puede ser producida si la primera es capaz de eliminar el trabajo como forma desintegradora de la personalidad humana, y de suprimir la dominación de todas las clases. Dicha conciencia no es desarrollada a nivel social de manera total, por lo que se produce la necesidad de que la vanguardia guíe, dé ejemplo a la mayoría revolucionaria que la sigue y que la ayuda a educarse, así como la vanguardia la educa a ella. Esto introduce un nuevo aporte en el proceso de formación y preparación de aquellos que llevarán la revolución hasta su fin. Todo esto culmina con la unión de dos conceptos que serán aquellos por los cuales Guevara dará la vida: revolución y humanismo. En ellas dos encontramos un debate entre objetivismo y subjetivismo, es decir, por un lado se leen los más minuciosos, perfectos y hasta frívolos procedimientos para llegar a la victoria del proletariado; y por el otro escuchamos términos como amor ante el prójimo y compasión ante el enemigo. No podría significar esto una contradicción dentro de su pensamiento. Pues si bien se concibe como tal; se ha podido comprobar que viene siendo una manera efectiva de llevar a cabo la revolución, y el pueblo cubano así lo puede ratificar.

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